Los planes del presidente Joe Biden de alinearse con el mundo preocupado por el cambio climático y, de paso, convertir a Estados Unidos en un país responsable de menores emisiones de gases de efecto invernadero se vieron frustrados el jueves por una decisión de la Corte Suprema.
Ese tribunal limitó la facultad de reducir las emisiones de esos gases que ostentaba la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA). Esta decisión, que los ambientalistas consideran un “exceso judicial”, es un revés para la política de la actual administración, informa Reuters.
La demanda contra la EPA preguntaba si la agencia tendría el poder de regular las emisiones que elevan la temperatura del planeta al nivel de los sectores energéticos estatales o solo al nivel de las plantas de carbón individuales. Comenzó en el estado de West Virginia y está demandando en nombre de otros 18 estados, en su mayoría con administración republicana, aliados con un grupo de las mayores empresas de carbón del país.
El proceso que involucró a los 19 estados puso fin a las preocupaciones sobre la regulación de los sectores energéticos por parte de un organismo federal que tuviera el poder de obligarlos a reducir o abandonar el uso del carbón.
Fin de la política de “Quédate en México”.
También este jueves, la Corte Suprema dictaminó que la administración Biden tiene la autoridad para revertir una política instituida en la era Trump. La controvertida ley de inmigración requería que los solicitantes de asilo permanecieran en México mientras sus casos eran atendidos en los tribunales estadounidenses.
La decisión fue votada con 5 a 4 votos y da marcha atrás a la política mejor conocida como “Quédate en México” (se queda en México). El programa fue defendido por Donald Trump como necesario para detener lo que su administración llamó una invasión de solicitudes de asilo irrazonables de inmigrantes que querían ingresar a los Estados Unidos.
La ley disponía que algunos solicitantes de asilo que ingresaron ilegalmente, provenientes de gran parte de América Central y del Sur, regresarían a México a la espera de la decisión de inmigración estadounidense, precisa el diario “Washington Post”.
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