Dos filas de nadadores en formación agitan vigorosamente el agua de la piscina para crear una corriente que Darling, una mujer nicaragüense que entrena para nadar en el Río Grande, ha puesto un pie en la costa norte y entró ilegalmente a los Estados Unidos, debe cruzar.
“Saldremos pronto mi hija y yo. Por eso decidimos aprender un poco“nadar, de lo contrario”estas en el agua y corres peligro porque no sabes como salir“, explica Darling Molina, de 38 años.
Muchos inmigrantes ilegales han muerto tratando de cruzar el Río Grande, un río también llamado Río Bravo en América Latina, que sirve de frontera entre México y Estados Unidos durante más de 2.000 kilómetros.
Huyendo de la crisis política, social y económica
Desde la cruenta represión en 2018 de las manifestaciones contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, decenas de miles de nicaragüenses quieren emigrar a Estados Unidos antes que a la vecina Costa Rica, hasta hoy destino tradicional de los exiliados del país centroamericano.
Huyendo de la crisis política, social y económica, 111.872 de ellos fueron interceptados en la frontera de EE. UU. entre enero de 2020 y febrero de 2022, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU.
Solo en febrero de 2022, 13.295 migrantes nicaragüenses fueron arrestados, frente a los 706 de hace un año.
Técnicas de supervivencia
El curso de natación se organiza en el pueblo de Estelí, 150 km al norte de Managua.
Con treinta años de experiencia, el socorrista Mario Venerio da clases gratuitas a quienes quieren emigrar al norte. Imparte principalmente técnicas de supervivencia y gestos de primeros auxilios.
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