Hazard, De Bruyne, Lukaku. La Star Generation belga se prepara para otro Mundial, con esa ilusión se reestablecerá bajo la promesa de una probable conquista sin precedentes.
Con una visible renovación, el técnico Roberto Martínez ya busca opciones para una futura caída de sus estrellas con Tielemans, De Ketelaere, Jeremy Doku, pilares de la ‘generación belga 2.0’, pero ninguno de los mencionados son estrellas como Eden Hazard y Kevin. de Bruyne, al menos por ahora.
Por el momento, Bélgica ocupa el segundo lugar en el equipo nacional de la FIFA y viene como cabeza de serie para la Copa de Qatar. A pesar de todo esto, sigue sin figurar en el Top 3 de los favoritos, principalmente por la falta de un jugador decisivo, que también influye mucho en otro equipo, Inglaterra.
De esta forma, 2022 sería un ultimátum, la última copa del top de sus principales jugadores, y guste o no, esta mezcla de la mayor generación belga con futuras estrellas, Roberto Martínez y su 3-4-3, podrá de ir lejos de la semifinal, final, hasta un probable título inédito. Sin embargo, basta con que en el momento de la decisión jugadores como De Bruyne, Lukaku o Hazard no desaparezcan y, al contrario, jueguen el fútbol que siempre han mostrado a lo largo de su carrera.
A poco de una final del Mundial, Croacia llega de sorpresa
Tras haber sido la sensación del Mundial de Rusia 2018, Croacia promete ser un duro partido para los grandes nombres. El equipo dirigido por Zlatko Dálic se muestra confiado tras la eliminatoria europea y está invicto desde la eliminación en la Eurocopa.
En un sólido 4-3-3, con centrocampistas muy hábiles, sobre todo el mejor jugador de la última Copa, Luka Modric. En ataque también cuenta con el experto externo Ivan Perisic, que junto a Rebic y Kramaric forma un trío muy móvil, que en la última Eurocopa estuvo a punto de descalificar a la fuerte España.
Con esto, en una clasificación probable para los octavos de final, Croacia puede ejercer presión sobre los equipos más grandes. La generación que queda del último Mundial ya conoce el camino para llegar al máximo nivel de esta competición.
Hay vida para Marruecos en el Grupo F
Desde 1994 y 1998, Marruecos no ha logrado clasificarse para la Copa del Mundo dos veces seguidas. Comandada por el capitán, Romain Saïss, la selección tiene las características de ser un equipo habilidoso y muy rápido, en el que destaca el lateral derecho del PSG, Achraf Hakimi.
Invicto en las Eliminatorias a la Copa, el equipo está convencido de que podrá hacer una segunda aparición en todas las apariciones en el torneo. La única clasificación para la segunda fase fue solo en 1986.
El seleccionador nacional Halilhodzic cuenta con un buen conjunto con jugadores de los principales clubes europeos, como el trío sevillista, el portero Bono, En-Nesyri y Munir. También podría contar con Hakim Ziyech si no hubiera chocado con el jugador del Chelsea y no le hubiera convocado para la Copa Africana de Naciones.
Después de 36 años, Canadá vuelve a la Copa del Mundo.
La participación en el Mundial de Qatar será la segunda en la historia de Canadá, que solo jugó en la edición de 1986, disputada en México, cuando enfrentó a Hungría, la Unión Soviética y Francia en el Grupo C. Los canadienses perdieron todos los partidos en la fase de grupos y quedó último.
Sin embargo, la selección llega con un equipo con piezas interesantes, como el lateral izquierdo del Bayern de Múnich, Alphonso Davies, y el delantero del Lille, Jonathan David, que dan seguridad y confianza a la afición del país. Davies se perdió la final de las eliminatorias para la Copa del Mundo debido a una miocarditis.
En las eliminatorias de Concacaf, Canadá clasificó con un admirable primer lugar, desbancando a los tradicionales México y Estados Unidos. Así llega confiado en superar a sus contrincantes y alcanzar así un ranking que para muchos puede ser una sorpresa, pero para quienes siguen de cerca al equipo es solo una consecuencia.
“Fanático de Internet. Orgulloso experto en redes sociales. Experto en viajes. Aficionado a la cerveza. Académico de la televisión. Introvertido incurable”.