Carismático, el recién llegado técnico argentino Antonio “El Turco” Mohamed ya se ganó la simpatía del Atlético-MG, que se medirá mañana a Flamengo en la Supercopa do Brasil (día 20). Mucho antes de llegar a Belo Horizonte, la alegría del actual entrenador le valió una extraordinaria amistad con Diego Maradona, su gran ídolo y compañero de vida.
“Yo estaba loco por Diego desde que jugaba en Argentinos Juniors. Mi padre y yo animamos a Huracán y íbamos a los partidos de Argentinos solo para ver a Maradona. Lo conocí en persona en 1990, 1991 y pronto nos hicimos amigos. Cuando está bien, es un libro abierto. Y cuando está enfermo, todavía recuerda todo. Jugué en México y estuve internado en Cuba, y en una de nuestras conversaciones me pilló el pie por un gol que había fallado. Siguió todo, fue impresionante”.
Siendo tan cercano a Maradona, Mohamed se ha convertido en un referente en Argentina para hablar de Diego y ayudar a resolver el insano acertijo que significó el final de su vida. Sus opiniones quedan registradas en diarios, en la televisión y hasta en libros sobre los últimos meses del mejor jugador argentino de la historia del fútbol.
Tomé’ pluma’ con papel higiénico
La intimidad entre Turco y Maradona duró décadas. Compañeros de club en el Buenos Aires de los 90 (“Cuando las aguas se movieron”, como resumió el entrenador del Atlético-MG en una entrevista con el canal de televisión términos y condiciones Sport), los dos estrecharon sus lazos cuando Mahoma se convirtió en entrenador en 2003. Maradona disfrutó tanto de su visión del fútbol que el turco estuvo cerca de ser su asistente cuando Diego entrenó a Argentina en la Copa del Mundo de 2010: su brazo derecho terminó siendo Alejandro Mancuso.
Antes estuvo la tragedia de 2006, cuando Mohamed presenció la muerte de su hijo de nueve años en un viaje para asistir al Mundial de Alemania. Y uno de sus mayores apoyos, el que más le ayudó a pasar esa triste página, fue el propio Maradona.
“El turco es mi hermano del alma. Lo que pasó [morte do filho] nos unió aún más”, dijo Diego al diario mexicano “Esto” en 2018, cuando Maradona y Mohamed dirigían a selecciones mexicanas. El Turco estaba en Monterrey y Diego estaba a cargo de Dorados de Sinaloa.
Durante este tiempo, además de ser el invitado de Maradona en México, Mohamed fue el acompañante en el hospital en una cirugía que Diego necesitaba en la rodilla. “Él estaba sentado, se me cayó un rollo de papel higiénico y me pasó por debajo de las piernas, bromeando: ‘Yo soy el mutilado y tú el durmiente’”, contó Mohamed a la televisión argentina Telefe a fines de 2020, al igual que ellos, tratando de reconstruir el cuerpo. complicado estado de ánimo de Maradona en sus últimos años.
“El dolor sigue”
Mohamed acababa de salir de México rumbo a Buenos Aires cuando ocurrió el fatídico 25 de noviembre, fecha que quedó registrada en la historia argentina desde la muerte de Maradona, quien sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras dormía en su casa.
“Estaba en mi casa y miraba todo lo que pasaba por la tele. Me fui a dormir un rato y cuando me levanté, el coche fúnebre pasó junto a mi ventana con él”, dijo Mohamed a ESPN Argentina. “Entonces me di cuenta. Cuando veo una foto de él o una foto en la televisión, me lleno de angustia. Todavía no puedo creerlo. Creo que está en una esquina en algún lugar”. Compartimos mucha vida”.
“Cuando Diego fue al estadio el día de su cumpleaños, cambié de canal”, continuó, diciendo cómo los recuerdos de su amigo aún le son sensibles. Su diagnóstico sobre la muerte de Maradona es uno de los más crudos.
“Quien diga hoy lo que se debió haber hecho, debió haberlo hecho cuando estaba vivo. Ahora es demasiado tarde. Todavía estoy en estado de luto por él. Todavía no puedo creerlo”, concluyó en el programa. “Libero”, del canal de televisión TyC Sports.
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