Ciudad de México, 11 de enero. (EFE).- Mencionar a La Merced, colonia ubicada en el centro de Ciudad de México, hace referencia a un paisaje en el que confluyen delincuencia, comercio y prostitución.
Muchas de las 3.000 mujeres que trabajan como prostitutas han dedicado gran parte de su vida a vender su cuerpo, lo que ha dañado sus condiciones físicas, emocionales y mentales.
“La mayoría de ellos fueron víctimas de abuso, exclusión, marginación, discriminación, explotación y falta de identidad, lo que les provocó graves consecuencias”, explicó a Agência Efe la trabajadora social Paulina Flores.
Actualmente, se estima que 70.000 mujeres están involucradas en el tráfico sexual en la Ciudad de México, cifra que incluye mujeres en condiciones de esclavitud y servidumbre sexual.
Pero fue precisamente en La Merced donde Flores, junto a un grupo de estudiantes y un profesor de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), buscaron la manera de reducir el daño psicosocial que mujeres afectadas involucradas en el comercio sexual.
“Así nació Lady Meche, un proyecto que consiste en crear estrategias y proyectos de intervención social con estas mujeres”, explicó Natalia Martínez, una de las implicadas en la iniciativa.
A través de estrategias comunitarias, seguimiento de casos y talleres de arte, salud y artesanía, los expertos pudieron interactuar con estas mujeres para comprender y abordar sus problemas centrales.
“Encontramos que una de las principales incógnitas era el futuro del trabajo. En La Merced cuando ya tienes 25 años te consideran muy mayor para la actividad y a los 35 te consideran improductivo”, explicó Martínez.
Ante esta problemática, ambos expertos, junto con Karina López y María Elena García, esta última académica de la ENTS, decidieron ofrecer, a través del proyecto Lady Meche, la posibilidad de un trabajo real basado en la producción y venta de productos cosméticos.
“Queríamos tener una empresa social para generar beneficios económicos, pero sobre todo ofrecer una alternativa real. No proponemos que abandonen su negocio, sino que puedan elegir dónde quieren estar”, explicó Martínez.
Y fueron las propias mujeres implicadas en el proyecto quienes expresaron el deseo de tener algo propio, un negocio, algo formal y consolidado.
Así que los expertos dieron forma a la idea y el resultado fue la creación de un lápiz labial artesanal bajo la marca Lady Meche, que esperan se comercialice en el segundo semestre de este año.
“Queremos que este producto simbolice parte de la historia y la identidad que han construido en el barrio La Merced y así transformar a este grupo social en mujeres emprendedoras”, explicó Flores.
El producto será elaborado por prostitutas de forma artesanal, previa formación profesional, y se presentará en tres colecciones: dulces, flores y frutas, en homenaje a los mercados de barrio.
Hasta el momento, Lady Meche no ha logrado conseguir financiamiento para desarrollar la idea, aunque fue reconocida con el Premio UVM de Desarrollo Social 2017, otorgado al proyecto por la Universidad del Valle de México (UVM).
Sin embargo, los trabajadores sociales creen que este proyecto ya ha tenido un impacto en las mujeres con las que han trabajado.
“Ejercitaron la memoria, estudiaron para socializar, porque una de las características que tienen es que, por la realidad que viven, están acostumbrados a olvidar y seguir adelante”, explicó Martínez.
El plan es que estas mujeres tengan habilidades sociales y psicológicas y tolerancia a la frustración en el futuro.
Finalmente, reconocen que el objetivo principal es convertirse en una empresa con impacto social.
“Queremos ser una plataforma de trabajo formal. Si no les gusta hacer cosméticos pueden buscar otro lugar con una carta de recomendación, pero sabiendo que pueden hacer algo más y dejar de pensar que solo están para la prostitución”, concluyó Flores.
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