Después de las elecciones presidenciales del 2 de junio, el Secretario de Agricultura, Tom Vilsack, expresó su esperanza de que México reconsiderara y posiblemente levantara su prohibición a la importación de maíz blanco genéticamente modificado. Estados Unidos ha argumentado que esta prohibición viola las reglas comerciales estadounidenses, especialmente en lo que respecta al maíz genéticamente modificado utilizado en la producción de tortillas y otros alimentos.

México, siendo la cuna del maíz y el segundo mayor cliente de las exportaciones agrícolas y alimentarias de Estados Unidos, defiende la prohibición como una medida para preservar su herencia y numerosas variedades de maíz. Un panel de disputas del T-MEC está revisando actualmente el desafío lanzado por Estados Unidos, aunque no se espera una decisión hasta dentro de meses.

Claudia Sheinbaum, líder en las encuestas de opinión y miembro de la coalición Morena del presidente Andrés Manuel López Obrador, es una de las principales candidatas en las elecciones mexicanas. Aunque López Obrador no puede buscar la reelección, Sheinbaum lidera con una ventaja de 2-1 sobre Xochitl Gálvez, de la alianza opositora Frente Amplio por México. La expectativa es que el Movimiento Ciudadano nomine un candidato en enero.

Durante una conferencia telefónica, Vilsack relató una reunión con su homólogo mexicano en la cumbre climática de las Naciones Unidas, instando a México a seguir la ciencia de la ingeniería genética del maíz. Estados Unidos, como pionero en ingeniería genética, es un firme defensor de la seguridad de los cultivos genéticamente modificados. Vilsack sugirió que el estado de la disputa comercial podría verse afectado por las próximas elecciones mexicanas. También mencionó la posibilidad de que los ministros de agricultura de Canadá, México y Estados Unidos se reúnan en 2024.