Fragmentos de piedra decoraban el Tempio Maior de la capital del país.
La pieza más grande tiene forma de calavera y mide 88 cm de largo.
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), arqueólogos han encontrado cinco figuras de piedra en el centro histórico de la capital de México -donde alguna vez existió la ciudad azteca de Tenochtitlán-, cerca de la Catedral Metropolitana.
Las piezas decoraron las fachadas del Templo Mayor, uno de los principales edificios del imperio azteca, entre los años 1325 y 1521 de la era cristiana. El material fue encontrado durante las excavaciones del Programa Mexicano de Arqueología Urbana en un pozo de 12 metros por 7 metros de superficie.
Las cinco esculturas fueron talladas en piedra volcánica. El más grande tiene forma de calavera, mide 88 centímetros de largo y 44 centímetros de alto. En el lugar del foso donde se encontraron las figuras había un piso que habría sido destruido por los aztecas para crear un área de almacenamiento de objetos arquitectónicos.
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