El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el martes que la situación migratoria en Estados Unidos sería “caótica por un tiempo”. La declaración se produce dos días antes de la anulación del Título 42, una política instituida por el expresidente Donald Trump durante la pandemia, que permitía la expulsión inmediata de inmigrantes indocumentados de suelo estadounidense. La orden vence el jueves por la noche.

“Eso está por verse. Va a ser caótico por un tiempo”, dijo Biden a los periodistas cuando se le preguntó si Washington estaba preparado para un aumento en el flujo de personas que ingresan a México.

Muchos de los que logran escapar de la crisis económica y política en sus países de origen ya cruzaron la frontera o se preparan para hacerlo pronto. Frustrados por la falta de opciones legales, algunos se han infiltrado en la frontera de 3.100 kilómetros que separa a Estados Unidos de México. Desde que el Título 42 entró en vigencia en 2020 hasta fines de marzo de 2023, la medida se ha invocado casi 2,8 millones de veces para mantener alejados a los migrantes, según Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Las ciudades texanas de El Paso, Brownsville y Laredo han declarado estado de emergencia y están atendiendo como pueden a cientos de personas, la mayoría de América Latina, y otras de China, Rusia y Turquía. En El Paso, algunos migrantes duermen en la calle, se protegen del sol con frazadas o descansan sobre cartones. Menores sucios piden limosna.

El alcalde de la ciudad, Oscar Leeser, advirtió que sus funcionarios se preparan para la llegada de miles de migrantes más este viernes, tras una reciente visita a la ciudad mexicana de Ciudad Juárez. Según él, había entre 8.000 y 10.000 personas en las calles.

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