Las sequías son una realidad en todo el mundo y México no es la excepción. Según estimaciones de la Comisión Nacional del Agua, más del 80% del país sufre escasez de precipitaciones. Los casos más críticos son las zonas de Nuevo León, Tamaulipas y Michoacán.
Según datos publicados por el financiero, la comisión informó que, este lunes, el nivel total de las presas El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria fue de 46,4 %, 1,2 % inferior al registrado la semana anterior. Este es solo un ejemplo de lo que está sucediendo en todo el país.
Así, entre las soluciones para elevar el nivel de las represas, el gobierno de México y la Secretaría de la Defensa Nacional han organizado una “plantación” de nubes para generar lluvia. Según el periódico, “el programa utiliza un avión King Air 350i de la Fuerza Aérea Mexicana que rociará un químico compuesto de partículas de yoduro de plata en las nubes de lluvia”.
Estas sustancias están “suspendidas en el ambiente y promueven la humedad, la formación de gotitas y la liberación de energía que estimula la precipitación en las nubes”, leemos. El uso de esta técnica comenzó el martes y continuará hasta el 7 de mayo.
México no es el primer país en aplicar esta medida. Las primeras experiencias de “siembra artificial” de nubes se remontan a la década de 1940 cuando el científico atmosférico Bernard Vonnegut descubrió, en su laboratorio, que las partículas de yoduro de plata eran capaces de congelar el vapor de agua de un tipo específico de nubes y formar nieve.
Desde entonces, varios gobiernos han explorado esta posibilidad. China, por ejemplo, a menudo ha sido noticia por los experimentos que ha desarrollado con respecto a la caída artificial de lluvia y nieve.
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