No bastaba con ser uno de los coches más innovadores de la historia, tanto estética como tecnológicamente. El Citroën DS aún no era un automóvil particularmente efectivo en los rallyes.
Ya durante la fase de desarrollo, algunos ingenieros de Citroën intuyeron el potencial deportivo del heredero del Traction, y fue en ese momento cuando Paul Coltelloni fue invitado a conducir el futuro DS, que sería presentado en el Salón del Automóvil de París en octubre de 1955.
La primera participación del Citroën DS en un evento deportivo tuvo lugar en enero del año siguiente, en el rally de Montecarlo. Desafortunadamente, el éxito deportivo no guardaba proporción con el éxito popular. Solo uno de los seis DS alineados terminó la carrera, en el séptimo lugar. Y en las raras carreras que siguen, los resultados insisten en no aparecer.
Precisamente aquí interviene la figura decisiva de René Cotton, a punto de abandonar su carrera deportiva por una de gestión, en este caso para el equipo PIF (Paris-Ile-de-France). Cotton convence a Coltelloni de participar en el rally de Montecarlo de 1959 para su equipo. Es en esta carrera donde acaban apareciendo los resultados tan esperados: Coltelloni gana la clasificación general al volante del ID 19… ¡su mujer! A finales de año se convirtió en Campeón de Europa de Rally.
El equipo PIF, que es básicamente un equipo Citroën semioficial, ahora cuenta con algunos refuerzos, como René Trautmann, Jean Rolland, Lucien Bianchi (tío abuelo de Jules), Olivier Gendebein o incluso Pauli Toivonen (padre de Henri). Pilotos que obtuvieron varias victorias y campeonatos: Trautmann fue subcampeón de Europa en 1960 y subcampeón de Francia en 1963, Bianchi fue campeón en Bélgica en 1963 y 1964, Toivonen campeón en Finlandia en 1962. El Citroën DS ya es un ganador ¡auto!
La participación del DS en competiciones deportivas (a veces en una configuración prácticamente estándar, otras veces con modificaciones más significativas, como un chasis corto) también le permite demostrar su robustez al público, sobre todo tras los problemas iniciales de fiabilidad. Podemos así referirnos al Tour de Corse de 1961, disputado bajo una violenta ventisca en la que los DS de Trautmann y Bianchi son los únicos que quedan en carrera cuando se interrumpe; el rally Lieja-Sofia-Lieja de 1961 ganado por Lucien Bianchi; o nuevamente el East African Safari de 1965, en el que de los 90 participantes iniciales, solo 17 terminaron la carrera, incluidos cinco Citroën DS (nueve en la salida); sin olvidar la maratón Londres-Sydney de 1968 en la que Lucien Bianchi prácticamente había ganado la carrera, cuando a pocos kilómetros del final de la penúltima etapa el DS 21 tuvo un accidente con un Mini de un piloto local ajeno a la carrera.
También son destacables las victorias de Toivonen en Montecarlo, en 1966, la de Francisco Romãozinho en el rally de Portugal de 1969, al volante de un ID 20 y las tres victorias consecutivas en Marruecos entre 1969 y 1971, año en el que el equipo perdió su director, René Cotton, al cáncer. Su mujer, Marlène Cotton, le sucedió al frente del equipo, que mientras tanto se convirtió en el departamento de competición de Citroën en 1965.
La última victoria de la DS llega en 1974, en otra maratón de motor, la Wembley-México, con el australiano André Welinski al volante de un DS 23, siendo la edición de 1975 del rally de Marruecos la última carrera oficial de la DS, por lo que poniendo fin a una brillante carrera deportiva iniciada en 1956.
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