Bailarines ataviados con trajes de ‘mariachi’ o mariposas monarca -símbolos de México-, con el rostro maquillado, participaron en el desfile que invadió las principales calles de la capital mexicana.
“Me gusta la creatividad de los ‘diseñadores’ para el vestuario de cada uno de los participantes del desfile”, dijo a la Agence France-Presse Javier Alemán, un empresario de 36 años.
Los espectadores eufóricos aplaudieron a los esqueletos y demonios, pero también a las “Catrinas” con vestidos de encaje multicolor, el famoso personaje de mujer esqueleto creado por el diseñador José Guadalupe Posada en 1910.
El desfile es la antesala de las celebraciones del Día de Muertos, la fiesta más popular de México. Esta mezcla de rituales prehispánicos y fiestas cristianas tiene lugar los días 1 y 2 de noviembre, con motivo de la festividad católica de Todos los Santos, seguida del día de conmemoración de los fieles difuntos.
Esta es una oportunidad para que la población “traiga de vuelta” a las personas que han muerto, colmarlas de ofrendas en forma de flores y alimentos, y hacer desfilar sus huesos por las calles.
En todo el país, las familias levantan altares con fotografías de sus seres queridos fallecidos, junto con sus comidas y bebidas favoritas. Son regalos para honrar las almas de los difuntos que vuelven a visitar a los vivos la noche entre el 1 y el 2 de noviembre, según la tradición.
Pétalos anaranjados de cempasúchil, flor emblemática de México que da color al Día de Muertos, se esparcen por el piso para mostrar el camino a los espíritus.
El desfile de moda que tuvo lugar el sábado no es uno de esos rituales, sino que nació del rodaje, en 2015, de una película de James Bond, “Spectre”, que fue imaginada para su puesta en escena.
El éxito de la película ha llevado al municipio a repetir este desfile cada año desde 2016.
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