El 7 de diciembre de 2022, Pedro Castillo se sentó en su oficina en lo que habría sido su último día como presidente de Perú. Sus abogados estaban revisando hojas de cálculo que indicaban un triunfo de Castillo en una moción del Congreso para destituirlo de su cargo. ese seria el tercera vez que Castillo enfrentó un desafío en el Congreso, pero sus abogados y asesores -incluido el expresidente Aníbal Torres- dijeron que tenían una ventaja sobre el Congreso en el encuestas (Su índice de aprobación había aumentado al 31%, mientras que el del Congreso era solo del 10%).

Castillo había estado bajo una enorme presión el año anterior por parte de una oligarquía que despreciado el ex maestro. En un movimiento sorprendente, él Anunciado a la prensa el 7 de diciembre que “disolvería temporalmente el Congreso” y que “[estabeleceria] un gobierno de emergencia excepcional”. Ese movimiento selló su destino. castillo y su familia curso a la embajada de México, pero quienes lograron llegar a ella fueron detenidos por militares en Avenida España.

¿Por qué Pedro Castillo dio ese paso fatal al tratar de disolver el Congreso cuando sus asesores, como Luis Alberto Mendieta, tenían claro que saldría victorioso de la votación de esa tarde?

La presión llegó a Castillo, a pesar de las pruebas. Desde su elección en julio de 2021, su adversario en la elección presidencial, Keiko Fujimori, junto a sus aliados, trató de impedir su ascensión a la presidencia. Trabajó con hombres que tenían conexiones directas con el gobierno de los Estados Unidos y sus agencias de inteligencia. Uno de los miembros del equipo de Fujimori, Fernando Rospigliosi, por ejemplo, había intentado involucrar la embajada de Estados Unidos en Lima contra Ollanta Humala, candidato en las elecciones presidenciales de Perú de 2006. Vladimiro Montesinos, un ex agente de la CIA que cumple condena en una cárcel de Perú, mensajes enviados a Pedro Rejas, excomandante del ejército peruano, para ir “a la embajada de EE.UU. a hablar con el jefe de inteligencia de la embajada”, con el objetivo de intentar influir en las elecciones presidenciales peruanas de 2021. ex agente de la CIA, Lisa Kenna, como su embajadora en Lima. Es por allá juntar con el Ministro de Defensa, Gustavo Bobbio, el 6 de diciembre, y publicado en tuits de denuncia contra el intento de Castillo de disolver el Congreso al día siguiente (el 8 de diciembre, a su vez, el gobierno de Estados Unidos -a través del embajador Kenna- Reconocido el nuevo gobierno peruano tras la caída de Castillo).

Una figura clave en la campaña de presión contra Castillo parece haber sido Mariano Alvarado, oficial de operaciones del Grupo Asesor y de Asistencia Militar (MAAG), que actúa como agregado de defensa de facto en los Estados Unidos. Nos dicen que funcionarios como Alvarado, que están en estrecho contacto con los generales peruanos, les han dado luz verde para actuar contra Castillo. También se sabe que la última llamada que recibió Castillo antes de salir del palacio presidencial fue de la embajada estadounidense. Es probable que le advirtieran que huyera de la embajada de una potencia amiga, lo que le haría parecer débil.

Este artículo fue hecho para el trotamundos y traducido por Pedro Marin para Revista de ópera.

Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es miembro del personal y corresponsal jefe de Globetrotter. Es redactor jefe de Libros de LeftWord y director de Instituto Tricontinental de Investigaciones Sociales. También es miembro sénior no residente de la Instituto de Estudios Financieros de Chongyang de la Universidad Renmin de China. Es autor de más de 20 libros, entre ellos Las naciones más oscuras Y Las naciones más pobres. Sus últimos libros son La lucha nos hace humanos: aprendiendo de los movimientos por el socialismo Y La retirada: Irak, Libia, Afganistán y la fragilidad del poder estadounidense (con Noam Chomsky).

José Carlos Llerena Robles es educador popular, miembro de la organización peruana La Junta y representante de la filial peruana de Alba Movimentos