“Hubo 269 votos a favor, una abstención y 225 en contra. No hay mayoría calificada”, dijo este martes el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel.
Para ser aprobada, la propuesta debía obtener una mayoría de dos tercios en la Cámara de Diputados del Congreso mexicano, por tratarse de una reforma constitucional.
López Obrador pretendía reducir el número de diputados (de 500 a 300) y senadores (de 128 a 96), recortar el financiamiento a los partidos políticos y redefinir el concepto de propaganda, para que el gobierno hable durante las elecciones, disposiciones criticadas porque podrían favorecer al partido actualmente en el poder.
La reforma electoral habría creado el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas de México (INEC), cuyos miembros serían electos, en reemplazo del Instituto Nacional Electoral de México (INE), organismo autónomo que surgió para tomar el control de las elecciones del gobierno, cuyos miembros son elegidos por las partes.
Además del proyecto rechazado por todos los partidos de oposición, tampoco votaron siete diputados del oficialismo, el Movimiento de Regeneración Nacional, y dos aliados, el Partido Verde Ecologista y el Partido del Trabajo.
Tras la votación, la Cámara de Diputados convocó de inmediato a una nueva sesión para discutir el llamado “plan B” de López Obrador, que reforma varias leyes electorales, sin reformar la constitución del país.
La nueva propuesta, ya elaborada ante el potencial rechazo del primer proyecto, contempla limitar las funciones políticas, el presupuesto y la estructura del INE, así como algunas funciones del tribunal electoral.
El jefe de Estado de 69 años acusa al INE de encubrir un presunto fraude en las elecciones de 2006 y 2012, que perdió.
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) dijo este lunes que la reforma electoral de López Obrador “pone en peligro unas elecciones libres y justas” y que, por ello, el Congreso mexicano debería “rechazar los cambios al sistema electoral”.
A principios del mes pasado, decenas de miles de personas marcharon en la Ciudad de México contra la reforma electoral propuesta, a menos de dos años de las próximas elecciones presidenciales de 2024.
El jefe de estado de México es elegido por un solo período de seis años.
El presidente, nacionalista de izquierda, muy popular tras cuatro años en el poder, tiene un 60% de opiniones favorables
La oposición acusa a López Obrador, en el poder desde el 1 de diciembre de 2018, de autoritarismo y de querer “militarizar” el país.
VQ (ANP/DMC/EO) // EJ
Por Noticias Impala / Lusa
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