Antonio González, obispo de Ciudad Victoria, México, conocido por haber pedido el no uso de mascarillas, ha presentado su renuncia por “motivos de salud”, anunció este martes la Conferencia Episcopal Mexicana.
En un comunicado, la Conferencia Episcopal Mexicana indicó que el Papa Francisco había aceptado la solicitud de renuncia de González, pero no explicó a qué se refería el prelado con “motivos de salud”.
El obispo estuvo en el centro de una polémica que comenzó cuando pidió a la gente durante una misa que dejara de usar mascarillas, cuyo uso es recomendado y obligatorio en algunas regiones para evitar la propagación del SARS-CoV-2.
Antonio González dijo que usar el “famoso ‘tapa la boca’ es desconfiar de Dios”.
“No les voy a pedir que se los quiten, sino que los piensen”, agregó el prelado a los fieles, ante los cuales dijo estar “casi siempre” sin mascarilla.
Con más de 201.800 muertos y más de dos millones de contagios confirmados, México es el tercer país del mundo con mayor número de muertes, después de Estados Unidos y Brasil.
A pesar de que las autoridades sanitarias recomiendan el uso constante de equipo de protección personal, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de 67 años, contagiado en enero, se niega a usar mascarilla en público.
En la nota difundida, el episcopado también informó que Rogélio Cabrera, arzobispo de Monterrey, permanecerá al frente de la diócesis de Ciudad Victoria hasta que se nombre un nuevo obispo.
Con 97,8 millones de fieles, México es el segundo país del mundo con más católicos, solo superado por Brasil.
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