Países latinoamericanos como Colombia y México han consolidado políticas nacionales para fomentar las industrias creativas. Otros, como Chile y Uruguay, aún tienen acciones enfocadas en capitales nacionales e invierten en el crecimiento de los sectores creativos. Brasil, por otro lado, ha carecido de una estrategia nacional para la economía creativa desde que el Plan de Acción de Economía Creativa de Brasil se detuvo con la desaparición del Ministerio de Cultura en 2017.
En artículo publicado en el Brazilian Creative Industries Journal, investigadores de la Escuela de Administración de Empresas de São Paulo (FGV EAESP) Luis Paulo Bresciani, Pedro Vianna Godinho Peria y Lucas Bazani Chér ofrecen un panorama de las políticas públicas propuestas para la economía creativa en los cinco países
Los autores señalan que las leyes y organismos que financian iniciativas creativas son puntos recurrentes en países que cuentan con políticas nacionales. Otro pedido común es el fortalecimiento de las instituciones, gubernamentales y no gubernamentales, vinculadas al sector – en el caso de Brasil, las iniciativas se dieron a nivel subnacional y con la movilización de actores de la sociedad civil.
Según Luis Paulo Bresciani, el estudio destaca el papel de los gobiernos nacionales en la conducción de políticas públicas para fortalecer la economía creativa en América Latina: “Avanzar en la articulación de los gobiernos subnacionales con las políticas nacionales es un punto central en el desafío latinoamericano a su virtuoso posicionamiento en el campo de la economía creativa”, comenta el investigador.
Bresciani subraya que, en Brasil, varios gobiernos estatales y municipales han implementado importantes iniciativas en el sector: “El retorno urgente del gobierno federal a este movimiento, con la reanudación de una política nacional de economía creativa que se coordina con los esfuerzos de los estados y municipios, es una condición esencial para ampliar las conquistas de Brasil en este campo”, completa el autor.
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