El 24 de noviembre, la selección brasileña saltará a la cancha para dar inicio a lo que podría ser la campaña por el sexto título mundial. La última conquista brasileña se remonta al Mundial de 2002, cuya sede se dividió entre Japón y Corea del Sur. Brasil espera esta vez poder llegar más lejos en el Mundial y hacer una mejor campaña que la que hizo en Rusia. , en 2018, cuando acabó cayendo en cuartos de final ante Bélgica.
La selección brasileña llegó a ese Mundial con una expectativa positiva, a pesar de que el trabajo de Tite había comenzado justo en la mitad del ciclo. A pesar de ello, la buena actuación en las Eliminatorias Sudamericanas y el trabajo realizado por el técnico han dado muchas esperanzas a la afición. Brasil fue sorteado en el Grupo E, que nuevamente incluyó a Suiza, Serbia (que también será oponente en Qatar) y Costa Rica.
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La fuerza de aquella selección estaba en el grupo en general, pero talentos individuales como Alisson, Thiago Silva, Casemiro y Neymar eran las principales esperanzas brasileñas. De hecho, el delantero, recién llegado al Paris Saint-Germain, fue el máximo goleador de Brasil en aquel Mundial. Junto a Philippe Coutinho, Neymar marcó dos goles en el Mundial.
En la fase de grupos del Mundial de Rusia, Brasil se mantuvo invicto pero comenzó su camino con un empate 1-1 con Suiza. Posteriormente, los brasileños lograron superar a Costa Rica y Serbia, ambos con marcador de 2 a 0. A pesar de la confianza que puede transmitir el marcador, Brasil tuvo muchas dificultades para romper, por ejemplo, el muro defensivo de Costa Rica, anotando ambos goles en los minutos finales.
Para los octavos de final, Brasil llegó más fuerte, pero con algunos nombres inconsistentes en la alineación. Las principales críticas recayeron sobre Gabriel Jesús, que por entonces iniciaba su carrera en el Manchester City. Principal referente del ataque brasileño, el jugador se fue del Mundial sin marcar, mientras que Roberto Firmino, que era su reserva inmediata, logró dejar su huella ante México.
Los mexicanos, entre otras cosas, fueron los oponentes de Brasil en los octavos de final. De nuevo un partido muy complicado y donde los caminos recién se abrieron en la segunda etapa. Además de Roberto Firmino, Neymar anotó el otro gol que decretó otra victoria brasileña por 2 a 0. El pasaporte quedó sellado en el pasaporte para los cuartos de final, donde la selección brasileña se enfrentó a Bélgica.
Los belgas llegaban al Mundial con una selección fuerte que contaba con nombres como Hazard, Kevin De Bruyne y Lukaku. Hasta el día de hoy, este partido que marcó la eliminación de Brasil se recuerda como una buena actuación de los de Tite, pero que terminó con la superioridad de Bélgica. También en la primera parte, con los goles de Fernandinho (en contra) y Kevin De Bruyne, los belgas abren una buena ventaja.
En el segundo tiempo, Brasil lo intentó por todos los medios, pero enfrentó al arquero Thibaut Courtois en una jornada inspirada. Renato Augusto también anotó el gol brasileño, pero no evitó la eliminación en el momento. El sueño de Hexa terminó el 6 de julio de 2018 en el Kazan Arena de Rusia. Bélgica se detuvo en las semifinales, donde perdió ante los campeones franceses, y aun así ocupó el tercer lugar después de vencer a Inglaterra.
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