Érase una vez un equipo que viajó más de 7.500 kilómetros para disputar un campeonato de fútbol en otro país con un solo uniforme en su equipaje. Al llegar allí, descubrió que la camiseta de su oponente era del mismo color principal que la suya. La solución al callejón sin salida fue tomar prestados los uniformes de un club local.
Incidentes como este han sucedido mucho en la historia del deporte más popular del planeta, pero suelen formar parte del folclore de los amistosos internacionales o competiciones de menor importancia. La cuestión es que eso ya pasó en el Mundial también.
Es precisamente para recordar casos como este, que no parecen corresponder a la entidad, importancia y nivel de profesionalismo imaginado del principal torneo de fútbol del planeta, que el Blog de Rafael Reis desde el mes pasado publica la sección “La copa que hasta parece mentira”.
También los jueves se cuentan historias casi increíbles que forman parte de la trayectoria de más de 90 años de la competición organizada por la FIFA, como la de la selección que debía jugar un partido en el Mundial de 1950 con la equipación de un club brasileño.
En la primera mitad del siglo pasado aún no existía una cultura tan extendida sobre la necesidad de una opción de reserva uniforme. Por eso, México llegó a Brasil para su segunda participación en la Copa del Mundo (había jugado en la edición inaugural 20 años antes) con un solo modelo de camiseta.
En los dos primeros partidos, derrotas 4 a 0 de Brasil y 4 a 1 contra Yugoslavia, no hubo problemas.
Sin embargo, en la ronda final del Grupo 1, se espera que los mexicanos enfrenten a Suiza. Y entonces sí, habría un callejón sin salida. Además, en ese momento, el equipo azteca aún no había adoptado las camisetas verdes que ahora son parte de su identidad. Su túnica era roja, al igual que las del equipo contrario.
Para ayudar, incluso los suizos no tenían un plan B para sacar del sombrero. La solución fue realizar una lotería (los populares “cara y cruz”) para decidir qué equipo tendría derecho a usar su uniforme tradicional y quién debería buscar una opción de uso.
La suerte estuvo del lado de México. Sin embargo, la selección de las Américas renunció a esta prioridad y permitió que los suizos jugaran con la camiseta roja.
La tradición de la época requería que la empresa propietaria del estadio donde se iba a disputar el partido prestara su uniforme al equipo en apuros.
Eventualmente, México tuvo que recurrir a las camisetas de rayas azul y blanco del Cruzeiro, equipo que en ese momento jugaba en la capital del estado (hoy Cachoeirinha, en la región metropolitana de la capital) y que actualmente milita en la segunda división estatal.
Oficialmente, los mexicanos optaron por el uniforme de este club, y no del Grêmio, por ejemplo, porque era el que poseía el estadio más cercano a los Eucaliptos. Sin embargo, leyendas de la historia señalan que el lobby realizado por el Cruzeiro para presentarse en la Copa (aunque sin su escudo) también incluía un típico asado gauchesco.
Al final, la equipación local no impidió que México sufriera su sexta derrota consecutiva en un Mundial (2-1). El país ganó su primer partido de la competencia recién en 1962, en su quinta participación, después de 14 juegos.
El caso mencionado no fue el único caso en el que una selección del torneo de fútbol más importante tuvo que recurrir al uniforme de un club local. Algo similar sucedió en 1978, cuando Francia también vistió una camiseta a rayas, pero en verde y blanco, prestada de Kimberley, contra Hungría.
El Mundial de Qatar 2022 será el primero que se celebre en Medio Oriente y contará con siete de los ocho equipos que ya levantaron la copa. Por segunda edición consecutiva, el tetracampeón de Italia no ha logrado clasificarse y será baja.
El torneo se llevará a cabo fuera de su período habitual debido al calor en el país anfitrión a mediados de año, en pleno verano en el hemisferio norte. Arrancará por tanto el 20 de noviembre y prevé la final el 18 de diciembre.
Esta será la última edición de la competición FIFA con el formato utilizado por Francia-1998. A partir del próximo Mundial, organizado por Estados Unidos, Canadá y México, serán 48 los participantes en la disputa por el título.
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